UNIDAD 4. ORIENTAR PARA EL FUTURO.
REDIBUJAR EL FUTURO
Es necesario que, desde la infancia, se conozcan modelos de oficios y
profesiones diferentes a los que se dan a conocer en la actualidad.
Aunque se avanza en la mentalidad tradicional de “los niños sirven para
esto” y “las niñas para esto otro”, aún se mantienen numerosos roles
tradicionales asociados a lo femenino y a lo masculino. A la mujer y al hombre.
Cualquier persona, sin tener en cuenta su género, puede desempeñar la
tarea que desee.
¿Cuántas chicas se preparan para ser soldadoras, conductoras de camión o
para ser directivas en una multinacional? ¿Cuántos chicos se preparan para ser
padres y amos de sus casas, para ser maestros de infantil o para ser cuidadores
de personas mayores?
Creo que, reflexionando sobre lo que sucede a nuestro alrededor,
obtenemos las respuestas.
Es urgente que haya referentes de mujeres y de hombres desempeñando
cualquier tipo de profesión. Por un lado, hay que visibilizar esos casos. Por
otro, hay que dar la oportunidad a los niños y a las niñas de que conozcan a
esas personas, de que tengan referentes para poder soñar y para poder llegar
lejos en sus deseos y ambiciones.
Es muy complicado que una niña quiera ser militar cuando no tiene referentes
en los que verse reflejada.
Es difícil que un niño se vea en un futuro trabajando como limpiador de
casas si tampoco tiene referentes en su entorno.
Por ello, mi respuesta a la pregunta lanzada en un claro SÍ a que, desde
la infancia se conozcan otros modelos de oficios. A ello quiero añadir que, esta visibilidad de profesiones, se tiene que mantener a lo largo de su juventud,
para que vean que hay una continuidad en sus ideas e ideales.
Docentes, madres, padres y todo el entorno educativo en general; así como
publicistas, políticas y políticos, vecinas y vecinos y cualquier otra persona
que tenga algo que decir, somos las personas responsables de que esta situación
evolucione hacia una igualdad en la visibilidad de las profesiones y de los
oficios. Hacia una igualdad entre sexos. Y hacia una igualdad entre personas.
En el entorno inmediato. Corresponsabilidad o conciliación.
En
este ejercicio de reflexión quisiera hablar de mi suegro, por su ejemplo en la conciliación
con la vida familiar, laboral y personal.
Jubilado
desde hace un año y medio, cuenta con 66 años. Su nombre es Salvador. Es la
primera persona que me ha venido a la cabeza cuando he leído el enunciado de la
actividad.
No
sabría decir exactamente cómo él ha podido alcanzar esa corresponsabilidad que
le hace llevar un equilibrio en su vida. Quizás sean un cúmulo de circunstancias
a lo largo de los años lo que le han hecho actuar en contra de lo que la
sociedad de su época marcaba.
Ante
todo, creo que lo que le ha podido llevar a una corresponsabilidad en el hogar,
es su creencia firme la igualdad entre hombres y mujeres. Sinceramente, esos
pueden ser los cimientos de su actitud. Teniendo esto en cuenta y, seguramente,
reflexionando mucho, ha sido coherente con sus pensamientos y ha obrado en
consecuencia.
Respetar
a su compañera de vida, más allá de hacerlo como mujer, creo que ha sido
fundamental. La ha respetado como persona. Y la ha considerado una igual a él.
Creo que eso también ayude a asumir ciertos roles que han sido tradicionalmente
relacionados con la mujer y con la esposa.
Considero
que también le ha podido ayudar el ver cómo su madre tuvo que sacar adelante a él
y a su hermana mayor tras la pérdida de su padre. Imagino que esto también hace
que valores mucho más el trabajo que cuesta sacar a una familia adelante, más aun
siendo una mujer joven en los años 60 del siglo pasado.
No
conozco a ningún hombre de su edad que tenga esa actitud tan maravillosa frente
a la conciliación familiar, laboral y personal.
Trabajando
fuera de casa a jornada completa, se ha preocupado del cuidado y la educación
de sus hijos, así como de las tareas domésticas. Pero también, su esposa, ha
tenido un gran papel en todo esto y es que ella también trabajaba a jornada
completa, se dedicó a las tareas domésticas y a cuidar y educar de sus hijos.
Hoy
en día, cuando estamos de vacaciones en su casa, mi suegro es uno de los que
primero se levanta, desayuna y, muy seguido, va al mercado a hacer la compra y
prepara la comida casi todos los días.
Creo que esta conciliación ha calado
profundamente en los hijos de Salvador, que son tres. Todos ellos han visto esa
actitud paternal como algo “normal” y la han absorbido como tal. ¡Qué suerte la
suya! Gracias a esto, sus hijos son también portadores de esos valores, tan
importantes para lograr una equidad entre mujeres y hombres.
Pero no solo sus hijos han salido
beneficiados de esta situación sino que, todas las personas que han trabajado con
él o han formado parte de su vida, han podido captar esa corresponsabilidad y han
podido abrir los ojos hacia una realidad más igualitaria.
Por eso, esta publicación se la dedico a
él. Por ser un ejemplo a seguir en la conciliación de la vida familiar, laboral
y personal.
¡Ojalá más “salvadores” en este mundo!
Ilustración del caso a través de un periódico inventado. |
MUJERES INVENTORAS. Mileva Marić y la “Teoría de la relatividad”.
Mileva Marić o Mileva Einstein (1875-1948) fue una matemática serbia. Colega y primera esposa de Einstein.
Desde pequeña destacó por su inteligencia y su
interés por la música, la pintura, la física y las matemáticas. Se matriculó en
la universidad cuando las mujeres no asistían a ella, por lo que su padre tuvo
que solicitar permiso. Estudió medicina y física.
Al enterarse de que estaba embarazada de su primer
hijo, dejará a un lado su tesis, para dedicarse a la maternidad y a su
matrimonio con el archiconocido Einstein.
En la actualidad, se considera que Mileva contribuyó
en la “Teoría de la Relatividad”, trabajo exclusivamente reconocido únicamente
a su marido. Según los estudios de Evans Harris: “la teoría de la relatividad
comenzó con la tesis que Mileva escribió y presentó a la supervisión del
profesor Weber, cuando estudiaba en la Escuela Politécnica de Zúrich, cuya
memoria se ha perdido". Además, el efecto fotoeléctrico tiene su origen en
los trabajos de Mileva cuando estudiaba en Heidelberg con el profesor Lenard, al cual posteriormente le fue
concedido el Premio Nobel de Física, por su trabajo experimental sobre el
efecto fotoeléctrico. En cambio, la teoría del movimiento browniano es producto
del pensamiento de Einstein y de su interés por la termodinámica. Mileva
contribuyó al mismo con el trabajo matemático, describiendo el movimiento
desordenado de las moléculas”. ( «La historia de una injusticia: Mileva Maric». Nuevatribuna).
Tristemente, sus aportaciones que hizo en el campo de
la física no fueron reconocidas nunca.
¿Qué es lo que se necesita para visibilizar a las
mujeres inventoras y que aportaron mucho a la ciencia? Un revisionismo
historiográfico urgente.
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